La primera vez que Daniel Pedrosa se subió a una moto tenía cuatro años y su montura de entonces, una Italjet 50 de motocross, incorporaba ruedas laterales de apoyo. Con seis años, Dani ya empezó a correr en minimotos; su primera pocket bike fue la réplica en miniatura de una Kawasaki de calle. A ésta le siguieron otras monturas, los circuitos y las carreras entre amigos, siempre como diversión y sin imaginar siquiera lo que le iba a deparar el destino.
Daniel Pedrosa se ha erigido por segunda vez y por derecho propio en el segundo campeón del mundo más joven de la historia del motociclismo mundial y, desde luego, en el más tempranero de los españoles, pero tras ese título se encuentran la ilusión y empeño de otro campeón, Alberto Puig, que no lo pudo ser nunca al sufrir un gravísimo accidente.